La Inteligencia Artificial (IA) es la tecnología que busca crear sistemas capaces de realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana. Es como dotar a las máquinas de la capacidad de "pensar",
aprender y resolver problemas de forma similar a como lo hacemos los humanos.
La IA abarca diferentes niveles de capacidad. La IA estrecha o débil se especializa en tareas específicas, como reconocer rostros en fotos o jugar al ajedrez, y es la que usamos actualmente en nuestra vida diaria. Por ejemplo, cuando tu teléfono desbloquea la pantalla al reconocer tu cara o cuando Netflix te recomienda películas.
A diferencia de los programas tradicionales que siguen reglas fijas, los
sistemas de IA modernos pueden
aprender de la experiencia y adaptarse a nuevas situaciones. Utilizan técnicas como el
machine learning (
Aprendizaje Automático) para identificar patrones en los datos y mejorar su rendimiento con el tiempo.
La IA está transformando campos tan diversos como la medicina (diagnóstico de enfermedades), la educación (tutores personalizados), el transporte (vehículos autónomos) y el arte (generación de imágenes y música). Sin embargo, es importante entender que, a pesar de su nombre, esta "inteligencia" es diferente a la humana: es una simulación de comportamientos inteligentes, no una réplica de la conciencia humana.